En las últimas décadas, los investigadores han observado un descenso de aproximadamente 50-60% en el recuento de espermatozoides, atribuyendo las causas a factores como la mala alimentación, el estrés, la obesidad, el sueño inadecuado y la exposición a sustancias químicas que alteran el sistema endocrino. A nuevo estudio ha desvelado ahora una posible conexión entre la salud del esperma y la naturaleza física de la propia ocupación. Esta exploración del trabajo físico arroja luz sobre cómo los trabajos exigentes podrían influir en la concentración de esperma y en los niveles de testosterona.
El vínculo entre el trabajo físico y la salud de los espermatozoides
Un estudio reciente publicado en el revista Reproducción Humana de este año, profundizó en la relación entre las profesiones físicamente exigentes y la mejora de la función testicular. Este estudio examinó los datos de 377 parejas masculinas de parejas sometidas a tratamiento de la infertilidad en un centro de fertilidad entre 2005 y 2019.
Asociaciones positivas con trabajos físicamente exigentes
Los resultados del estudio indican que los hombres que levantaban o movían objetos pesados con frecuencia como parte de su trabajo registraron un notable aumento de 46% en las concentraciones de esperma y un aumento de 44% en el recuento total de esperma. En comparación, los hombres que rara vez levantaban objetos pesados experimentaron concentraciones de esperma y recuentos totales de esperma significativamente más bajos. Se observaron tendencias similares al comparar distintos niveles de esfuerzo físico en el trabajo.
Concentración espermática / Recuento espermático total:
- Hombres que nunca mueven/levantan objetos pesados en el trabajo: 32,2 millones de espermatozoides/mL / 82,7 millones
- Hombres que a veces mueven/levantan objetos pesados en el trabajo: 40,4 millones de espermatozoides/mL / 100,0 millones
- Hombres que suelen mover/levantar objetos pesados en el trabajo: 59,6 millones de espermatozoides/mL / 149,0 millones
Además, los hombres con niveles considerables o moderados de esfuerzo físico en el trabajo mostraban concentraciones circulantes de testosterona más elevadas, aproximadamente 20% más que los que realizaban un esfuerzo más leve. Curiosamente, estos individuos físicamente activos también mostraron mayores concentraciones de estradiol, una hormona asociada a diversos aspectos de la salud reproductiva masculina.
Desentrañar la relación
Aunque este estudio establece una correlación entre el trabajo físicamente exigente y una mejor salud del esperma, no concluye definitivamente que el trabajo físico cause directamente una mejor fertilidad o un aumento de los niveles de testosterona. Es plausible que los individuos con niveles de testosterona naturalmente más elevados estén sobrerrepresentados en ocupaciones físicamente exigentes. No obstante, un sólido conjunto de pruebas respalda la idea de que la actividad física y el ejercicio contribuyen a mejorar la salud del esperma.
Papel del ejercicio en la fertilidad masculina
El concepto de que la actividad física beneficia a la fertilidad masculina está ampliamente documentado. Las investigaciones realizadas en 2019 indican que el ejercicio regular puede mejorar la motilidad espermática, el recuento de espermatozoides y los niveles de testosterona. Además, mantener un peso saludable mediante el ejercicio es crucial para una calidad espermática y un equilibrio hormonal óptimos. El exceso de peso corporal se ha relacionado con problemas como desequilibrios hormonales, inflamación y mala motilidad espermática.
Ejercicio y recuento de espermatozoides
El ejercicio moderado, realizado durante al menos tres horas a la semana, puede aumentar el recuento y la motilidad de los espermatozoides. En particular, los individuos que realizan un trabajo físicamente exigente, como se observó en el estudio sobre Reproducción Humana, demostraron concentraciones espermáticas más elevadas. El levantamiento de pesas también ha mostrado efectos positivos en el recuento de espermatozoides, y los que se encontraban en el cuartil más alto de levantamiento de pesas tenían una concentración de espermatozoides 25% mayor.
Ejercicio y testosterona
El ejercicio desempeña un papel fundamental en el aumento natural de los niveles de testosterona. Una investigación de 2012 reveló que los hombres físicamente activos tenían niveles más altos de testosterona, FSH y LH, hormonas cruciales para la producción de esperma. En particular, se descubrió que ejercicios específicos como las sentadillas estimulaban una mayor síntesis de testosterona y hormona del crecimiento que otros ejercicios.
Actuar para mejorar la salud del esperma
Las personas con trabajos sedentarios pueden mejorar proactivamente su salud espermática y su bienestar general adoptando medidas específicas:
- Establece una rutina de ejercicio regular que incluya levantamiento de pesas u otras formas de actividad física.
- Prioriza una dieta equilibrada rica en verduras y frutas, reduciendo al mismo tiempo el consumo de alimentos procesados, fritos y azucarados.
- Incorpora suplementos de fertilidad masculina para colmar las lagunas dietéticas.
- Deja de fumar y limita el consumo de alcohol.
- Gestiona eficazmente los niveles de estrés.
- Garantiza un sueño adecuado.
- Minimiza la exposición a sustancias alteradoras endocrinas, como las presentes en plásticos y productos de higiene.
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La correlación entre el trabajo físico y la salud del esperma sugiere una vía digna de mención para seguir explorando en el ámbito de la fertilidad masculina. Aunque este estudio abre la puerta a nuevas posibilidades, mantener un estilo de vida saludable mediante el ejercicio, una nutrición equilibrada y otras prácticas de bienestar sigue siendo fundamental para optimizar la salud del esperma y el bienestar reproductivo general.
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